El Templo de Adriano se considera como uno de los mejor conservados y más destacados formaciones ubicadas en la Calle Curetes en Éfeso. La reconstrucción fue liderada por P. Quintilio en 138 d.C. y fue honrado al fallecido Emperador Adriano. Al frente, había cuatro pilares Corintios asistiendo un arco doblado, y en el centro una imagen de Tique, la Diosa de la Victoria. Los pilares a los lados son cuadrados y en la base del templo había un pedestal con escrituras.
En el interior del Templo de Adriano, hay una forma humana encima de la puerta y hay una estatua de Medusa erguida con plantas de acanthus. Hay frisos ubicados en los lados manifestando el origen de las bases de Éfeso - Androclos cazando un jabalí, y Dionisio en procesiones rituales así como las Amazonas. El cuarto friso muestra dos figuras masculinas; Apolo y Heracles Androcles, hijo de Teodosio y de la diosa Atena. Hoy en día, los frisos que se muestran aquí son tan solo una réplica, y los originales se preservan en el Museo de Éfeso.
Adriano es uno de los 5 Buenos Emperadores. Este es un grupo que se refiere a los consecutivos Emperadores Romanos Adriano, Antonio Pio, Nerva, Trajano y Marco Aurelio. El término se acuñó por primera vez en 1532 por Nicolás Maquiavelo, filósofo político. El Emperador Adriano nació el 24 de Enero de 76 d.C., en Roma, aunque sus padres vivían en Itálica. Aprendió distintas materias especiales para nobles jóvenes, y apreciaba estudiar literatura Griega por lo que ha sido llamado Pequeño Griego o Graeculus. También participó en varias batallas Tracias y ganó premios de Trajano por este éxito. Debido a la falta de actividad militar durante su período, su conocimiento militar no está muy examinado, pero por otro lado, su intenso conocimiento e interés en la milicia así como su demostrada habilidad de supervisión muestran un posible talento estratégico.